Sobra el polvo en la vereda
los gritos
las tanquetas
el estrés de moda
el frijol en la abundancia
los zapatos en la costa
sobran los versos enlatados
los caldos con té
las estrellas de TV
las redes y cadenas
la intención oculta en la cena
los regalos sobran
sobra el hermano
el bien común
un café
el sonido del viento
los atardeceres
la luna
los chantajes
las caídas
los tropiezos
la vuelta del sol
lo prescindible hoy
sobra.
Nada es para siempre
el día muere y nace la noche
la noche muere al amanecer
la lluvia cae y se convierte en río
el árbol da sombra antes de ser madera
la espuma besa la arena una sola vez
la abeja a la flor
los instantes pasan
y se alejan para no volver.
Sin querer subimos al tren
unos bajan
otros cambian de vagón
algunos suben y se sientan a nuestro lado_
y compartimos un buen trecho
a veces vamos solos
y a veces cambiamos de sitio.
Y así es la cosa,
nadie es indispensable
de uno u otro modo
todos marchamos
...y el tren sigue.
