sábado, 11 de febrero de 2012

Ejercicio número uno


La luna que no salía
el silencio de tu ausencia en mis horas
y tu rostro plasmado en mi almohada.

En mi mente, las tardes eternas
que con el viento y el sol
hacían presente el Edén.

Hoy ya nada es igual
un suspiro a la inversa hace volar tu recuerdo
y el día aún no asoma para llevarse el tormento
de dar por finalizada
esta noche sin fin.

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